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Skimmia japonica


Esquimia

Se trata de un arbusto de carácter perenne, con un crecimiento algo lento, porte pequeño y compacto con forma redondeada.

Por lo general no acostumbra a superar el metro de altura, en todo caso muy poco más.

El género es un miembro de la familia de las Rutaceae y es originario de japón.

Principalmente se cultiva como planta ornamental por su follaje, flores y vistosos frutos de intenso color rojo.

Pero la Esquimia por lo que destaca es por su desbordante floración, que se inicia hacia mediados del invierno y puede seguir haciéndolo hasta inicios de la primavera.

Sus hojas nacen alternas, poseen una textura coriácea y forma ovalada, son de color verde brillante por el haz y más pálido por el envés.

Es una especie dioica (planta que tiene los órganos sexuales masculinos en distinto pie que los femeninos).

Esto significa que para conseguir frutos decorativos es preciso poseer plantas macho y hembra, ya que los frutos sólo aparecen en los ejemplares hembra y precisa del ejemplar macho como polinizador.

Las flores de la planta macho son más grandes y aromáticas que los ejemplares hembra.

Las flores surgen a mediados del otoño, son pequeñas de color blanco crema, dispuestas en panículas compactas a modo de racimo, posee un suave aroma.

Una conveniente poda y un abonado regular mejorará su floración y creará plantas con un follaje espeso de brillantes hojas.

La mejor ubicación es en semi-sombra durante el verano, en invierno puede situarse perfectamente a pleno sol.

Aunque le gusta el frío no soporta las temperaturas demasiado bajas, por ello si hay riesgo de heladas se debe situar en una zona resguarda del jardín o terraza.

En cuanto al riego hay que hacerlo preferiblemente con agua blanda y de forma abundante, es mejor mantener el sustrato con una cierta humedad en todo momento, resiste mal la sequía.


En el caso de que se riegue con agua dura requerirá que se acidifique el suelo aportando al mismo quelatos de hierro para que no surjan carencias.

La Skimmia no tiene una gran necesidad de podas mientras es joven, aunque las plantas viejas suelen regenerarse muy bien si se las poda después de la floración una tercera parte de los brotes más antiguos, esto se tiene que realizar al final del invierno.

Por su periodo de floración que coincide con el periodo navideño se ha convertido en una presencia habitual como planta de Navidad.

Puede permanecer durante un periodo corto en interior, pero luego hay que colocarla de nuevo en el exterior.

En los ejemplares jóvenes bastará con realizarle una limpieza de hojas secas, y en todo caso un recorte muy suave de las ramas.

Se propaga por medio de esquejes en verano o por semillas en otoño en un sustrato ácido.





    Cambio de maceta -        Tiempo de abonar -        Podar y mantener la forma -