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Aphelandra squarrosa


Afelandra - Planta cebra

La Aphelandra squarrosa es una fantástica planta de interior que llama la atención todo el año debido a sus hermosas hojas, pero también por sus brillantes flores de verano.

Estamos ante un pequeño y bastante rígido arbusto de América Central y del Sur que raramente alcanza una altura superior a los 70 cm.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que esta no es una planta fácil de cultivar y no siempre prospera bien en interior.

En su hábitat natural goza de una elevada humedad durante todas las estaciones del año, por eso es tan exigente.

Esto puede dar una idea de la necesidad que tendrá cuando se emplace en el interior de una vivienda.

Su tamaño la hace especialmente apropiada para su cultivo en contenedores.

Presentan unas fuertes marcas blancas en sus hojas verde oscuro.





Pequeña ficha:


Flor: Del extremo de los tallos surgen en verano unas pirámides puntiagudas de brácteas (falsas hojas), de color amarillo y consistencia escamosa, de las que emergen pequeñas flores tubulares.

Estas flores se marchitarán rápidamente, sin embargo la bráctea se mantiene durante algunos meses.

Humedad: Es muy importante recordar que hay que regar esta planta de forma regular.

Si se seca, las hojas se marchitarán e incluso se caerán, de modo que se debe controlar la tierra y cerciorarse de está siempre húmeda, el agua para el riego debe estár un poco tibia y no ser calcárea.

Conviene usar con frecuencia el difusor de agua para sus hojas, especialmente cuando la temperatura asciende por encima de los 24ºC.

Para obtener una humedad extra, se puede colocar la planta sobre una bandeja de guijarros húmedos.

Ubicación: La Aphelandra squarrosa necesita una temperatura elevada y situarla donde esté protegida de las corrientes de aire.

La luz tiene que ser muy abundante, pero nunca colocar la planta bajo los rayos directos del sol, ya que podrían quemar sus delicadas hojas.

Abono: Cada dos semanas con un fertilizante líquido, porque estimula a la planta para que produzca nuevas hojas y flores. Luego, cuando éstas surjan, se añade una gota de fertilizante cada vez que se riegue.

Propagación: Se cortan trozos de 7-10 cm de los nuevos tallos que han brotado en primavera.

Introducir los extremos en hormonas para fomentar raíces y se colocan en un contenedor con una mezcla de turba y arena, procurándole una temperatura que no baje de los 21º C.

Los esquejes se cubren con un plástico transparente que permita la entrada de luz y mantenga un elevado grado de humedad.

Poda: Si los tallos de la Afelandra son muy largos, hay que podarla dejando apenas unos cuantos brotes, esto se realiza hacia finales del invierno para estimular un crecimiento más vigoroso.






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